Sin embargo, la mayoría de los países -con la excepción de Brasil, Jamaica y algunas jurisdicciones de los Estados Unidos- siguen considerando que cualquier producto que contenga psilocibina es ilegal, lo que significa que la compra de trufas mágicas todavía puede ser penada por la ley. Cabe destacar que también hay plantaciones en países como Nueva Zelanda con rendimientos superiores a los 90 kg por hectárea, los que se encuentran entre los más altos a nivel mundial. De acuerdo a las experiencias en Nueva Zelanda y Australia, los rendimientos iniciales de una plantación son de 2 a 4 kilogramos por hectárea, aumentando anualmente para llegar a 40-60 kilogramos por hectárea promedio en plena producción, estimándose esta última al 10° año. Hay que establecer también que el cultivo pasa a ser rentable con media hectárea y que en las condiciones antes mencionadas los resultados positivos comienzan a visualizarse a partir del séptimo año.
Bajo condiciones óptimas, la producción puede comenzar después de cuatro años del establecimiento; sin embargo, para efectos de evaluación se recomienda considerar el inicio del ciclo productivo a partir del quinto año, lográndose la máxima producción alrededor del año 10, en donde se estabiliza la producción durante 40 años o más. Se requiere una inversión de 78.729 dólares para 5 hectáreas, pero el gasto puede bajar considerablemente a medida que el campo se encuentre en mejores condiciones. Algunas especies de hongos producen una masa compacta de micelio endurecido llamada “sclerotium”. Algunas especies de hongos producen cuerpos fructíferos que llamamos hongos o setas. No todos los hongos que producen psilocibina forman el sclerotium, pero los que lo hacen, almacenan la psilocibina y otros alcaloides allí. En los últimos años, una variante particular de estos hongos psicodélicos ha ganado un amplio atractivo: las llamadas “trufas mágicas”. El sclerotium de los hongos productores de psilocibina es lo que normalmente llamamos “trufas mágicas”. No existe nada en las trufas que pueda explicar la diferencia en el efecto que producen en comparación a los hongos mágicos. Aunque esta última es conocida como trufa blanca de verano no tiene nada que ver con la trufa blanca italiana (Tuber magnatum o Trufa de Alba, trufa negra en referencia al pueblo italiano donde se encuentra).
Y sí, tenéis razón en lo que estáis pensando, el 99% de los botecitos del supermercado la trufa que contienen es esta trufa china, por eso no sabe a nada por muy cara que nos la cobren. Esa prohibición, sin embargo, no impidió que los productores de hongos mágicos mantuvieran viva la cadena de suministro, aprovechando una laguna en la legislación. Los hongos mágicos son una fábrica biológica natural para la psilocibina. Los hongos mágicos deben sus efectos de alteración mental a una sustancia particular que producen, llamada psilocibina. Si bien la psilocibina se hizo internacionalmente ilegal en 1971, los hongos mágicos siguieron vendiéndose en los Países Bajos, país que tradicionalmente ha mantenido leyes laxas en torno a la penalización de las drogas. “En última instancia, estamos trabajando dentro del marco en el que se nos permite trabajar, y creo que eso es lo más importante que hay que saber”, dijo Todd Shapiro, director general de Red Light Holland, una empresa canadiense que actualmente cultiva, distribuye y vende trufas mágicas para el mercado de los Países Bajos.
Entre dos panes se puede poner todo un universo de ingredientes y convertir el resultado en una deliciosa experiencia gastronómica que puede ir desde el desayuno hasta la cena. Hoy día, la trufa se presenta como el «cultivo más rentable del mundo», enfatizó Lagos, para agregar que «nosotros somos la primera empresa argentina en desarrollar la truficultura como objetivo principal. Las trufas llegaron a la Argentina y, más precisamente, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires de la mano de Trufas del Sur S.A., cuyas cabezas son dos jóvenes emprendedores, Diego Agustín Lagos, presidente, y Rafael Henriquez, gerente técnico. La psilocibina fue prohibida por trufa sin sabor la mayoría de los países en 1971 tras la firma del Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas, un tratado de las Naciones Unidas que incluía la psilocibina y la psilocina, así como varias otras drogas alucinógenas. Actualmente, las comprar trufas negras mágicas se pueden encontrar en otros mercados fuera de los Países Bajos. Actualmente, la empresa está desarrollando proyectos de inversión en plantaciones a escala comercial, basado en sus experiencias y el apoyo de especialistas extranjeros, y utilizando nuevos conocimientos y técnicas agronómicas adaptadas a nuestros suelos y climas.