Los principales lugares de cultivo de trufas en España se encuentran en la denominada España Caliza, que ocupa el cuadrante Noreste de la península Ibérica, donde en municipios como el de Sarrión, así como en comarcas como la del Maeztrazgo de Castellón y en la provincia de Soria abundan los cultivos de trufas destinados a la comercialización. Sarrión, en Teruel, podría considerarse como una de las capitales truferas de la Península Ibérica. Por lo general la trufa suele darse en la región Mediterránea de nuestro país, es decir, en la mitad oriental de la península y asentadas sobre suelos calizos con un pH situado entre el 7.5 y el 8.5 y con altitudes de entre 100 y 1.500 metros con gran exposición al sol. Aun así, existen casos aislados de plantaciones en producción a 200 metros de altitud. Algo fundamental para la producción, es también la altitud que posea, lo cual está también relacionado con la temperatura media anual, ya que en estado silvestre dicho hongo habita entre los 600 y los 1000 metros de altitud.
Como regla general, los animales encuentran un hongo maduro, guiado por el olfato. El equipo de redacción de canalHOGAR lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras. Una combinación perfectamente equilibrada donde el sabor característico del Brie se funde con el delicado sabor de la trufa de verano. “No debe haber exceso de humedad a fines del verano y otoño. Esto convierte a la trufa en uno de los condimentos más caros del momento. Esto mismo ocurre al final de los meses de recolecta. El momento adecuado para colocar las nuevas plantas será entre los meses de noviembre y marzo. Su tiempo de reposo es de 12 meses en barrica francesa de diferentes usos, lo que le brinda un equilibrio ideal para acompañarse con faisán, cordero, venado y jabalí, guisados ligeramente picantes o con queso. Las Vegas es el destino ideal para viajar con amigas: hay espectáculos, vida nocturna, spots glamorosos y restaurantes con comida deliciosa. Las perras -labradoras jóvenes- bien adiestradas, esperan mientras los hermanos se colocan unas rodilleras de plástico sobre el pantalón para poder arrodillarse sin problema en cuanto ellas marquen una trufa.
Para producir una buena cosecha de trufas, necesitarás una gran cantidad de tierra para poder plantar la cantidad de árboles necesarios. Entre las principales propiedades de la trufa negra salvaje destacan su gran variedad de minerales y vitaminas del grupo B. Se trata de un hongo con gran valor nutricional, de textura ligera, con bastante agua y una cantidad mínima de grasa y carbohidratos. Se trata de un hongo de textura rugosa e irregular y de tamaño muy variable. Las épocas de sequía hacen que la trufa negra no alcance un tamaño considerable. En zonas en la que la truficultura está arraigada es muy común el uso de las trufas para aromatizar muchísimas recetas. Al estar ocultas en el interior de la tierra, es común el uso de perros de rastreo para dar con los hongos. Las condiciones en las que crecen estos hongos hacen que la mejor opción siempre sea la que nace de forma salvaje bajo el suelo. Los truferos expertos no cuentan cómo son capaces de encontrar trufas bajo el suelo. Los truferos expertos comienzan a recolectar las trufas salvajes a mediados de noviembre y finalizan la campaña al acabar el mes de marzo. Aunque la temporada de trufa negra se alarga de noviembre a marzo, a finales de enero se dan los mejores ejemplares.
Estas se dan en zonas con lluvias de manera natural ya que están perfectamente adaptadas al medio. Su nombre científico es Tuber Melanosporum y habitualmente crece de manera salvaje en algunas zonas con climas muy concretos. Para que la trufa crezca debidamente es importante que la zona sea boscosa y con una gran variedad de climas. La trufa dulce de Hungría, cuyo nombre científico es Mattirolomyces terfezioides, no es en realidad una trufa. El vino tiene un ataque dulce y un paladar medio y dulce de gran riqueza. La trufa se desarrolla en el interior del suelo, junto a las raíces de robles, encinas, pinos o avellanos. La trufa es un hongo que se desarrolla a través de simbiosis con otras plantas, las más propicias para el cultivo son algunas especies de árboles como las encinas, el roble el quejigo y el avellano. La trufa es un hongo muy valorado en la cocina debido a su sabor. No obstante, la trufa negra silvestre aporta un aroma y un sabor único a los platos de alta gastronomía. Su sello es el aroma, el cual potencia otros alimentos tanto en sabor como aroma.